sábado, 16 de julio de 2016

Homo sapiens vs Homo videns

“Creo que no les ha llegado la evolución” solemos susurrarnos entre clases un amigo –futuro bio-ético y paleontólogo de renombre, si todo sale como planeado- y yo al observar las conductas medievales y mentes cerradas de nuestros compañeros de clase. Es una broma privada, que después de un poco de reflexión resulta errónea; ojalá muchos allá fuera no cayeran víctimas del proceso de “evolución” y comodidad que trae consigo la tecnología.
Homo Videns es un término acuñado por Giovanni Sartori que significa, en sus propias palabras, “una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende”.
Esta evolución no es de la clase física, sino intelectual. A los Homo Videns, la vida les pasa por sus narices y ellos no se dan cuenta, no piensan, no ven más allá, se adaptan a su ambiente adoptando la ideología de toda una sociedad que más de una vez ha probado estar mal –aunque este no es un problema únicamente atañido a los Homo Videns-.
La tecnología es la clave para esta evolución, ya que solo hay que ver y presionar, no ver, razonar y seleccionar. Obviamente, la tecnología no es la bruja mala de cuento, sino solamente una herramienta mal utilizada, que ha llegado a ser necesidad para la vida diaria. Pero obvio eso no significa que esté bien dejarlo todo en manos de un aparato electrónico.
Como me habría gustado que hubiera una evolución genética tipo X-Men… Pero creo que después de ver las películas nos podemos dar cuenta que la mente de la gente aún sigue muy cerrada como para aceptar algo de esta magnitud.
La parte más impresionante de estás época homo vidensdianas es la pérdida de lenguaje. Ya nadie sabes cómo se llaman las cosas, todo se vuelve un “ese” o “eso” o “la esa cosita que cuelga encima del escritorio”. Se llama reloj, querido. R-E-L-O-J. ¿En dónde queda la dignidad de los objetos y sus verdaderos nombres? ¿Por qué nadie pregunta? ¿Por qué a nadie le interesa? Tal parece que todos prefieren quedarse forever pendejos a solucionar sus dudas. La ignorancia del homo videns está alimentada por la flojera y la comodidad y amenaza con quedarse así para siempre.
Por eso, está vez me gustaría retirar lo que he dicho cientos de veces y cambiarlo por un “Qué evolucionaditos están eso, ¿no?”. Y dale con los esos.
La autora se dejó llevar por la emoción al escribir y pudo haber exagerado un poquito, confiriéndole dignidad y personalidad a objetos inanimados.
Cabe aclarar que no uso el término desevolución en este post para referirme al homo videns, porque el texto está orientado a la broma privada entre mi amigo y yo, y no a una verdadera educación al respecto de los Homo Videns. Aunque sí creo que el termino desevolución sería el más adecuado para describir este fenómeno que no nos hace avanzar, sino retroceder.

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