domingo, 22 de mayo de 2016

Más allá de la sociedad disciplinaria

Más allá de la sociedad disciplinaria

Se diferencian dos sociedades, la sociedad disciplinaria, la que contaba con multitudes de reglas, cárceles, psiquiátricos, fábricas, cuarteles, etc. un espacio delimitado donde nadie “salía de la caja” si no que todos eran rutinarios y lo innovador no es algo interesante. A diferencia del siglo XXI, llamado la sociedad de rendimiento, donde toda innovación es bienvenida y las personas no son sujetos de obediencia y tienen todo el derecho de transformación: donde la disciplina no es tan tomada en cuenta y se enfoca en lo que hace al ser humano conforme y en cierto sentido, feliz.

La sociedad de rendimiento no tiene límites y se enfoca en un pensamiento positivo, innovador y productivo. Se olvidan los enfoques de prohibición que en algún momento bloquean la mente humana y lleva la producción a un límite en vez de a una meta.  Pues al final de cuentas, el poder no quita el sentimiento del deber.


Se realiza una similitud con la condición que presentan algunos llamada depresión. Una de las razones por la cual se logra la depresión es cuando el ser humano se cansa de luchar por si mismo, pues sus fuerzas se encuentran en si mismo y no de nada externo. De esta misma forma se logra la desmotivación e improductividad. Cuando el individuo no se siente obligado o cohibido, logra progresar y producir más.

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